12, rue Tour De Sault, 64100 Bayonne
El Hôtel des Basses Pyrénées es una dirección donde la historia y la modernidad se encuentran con elegancia. Situado sobre las murallas de Vauban, en el corazón del Viejo Bayona, este establecimiento con encanto ofrece una atmósfera única, moldeada por los siglos y sublimada por una cuidadosa renovación. Detrás de sus muros de piedra se revelan 27 habitaciones y suites refinadas, diseñadas para combinar confort y autenticidad. La acogida es cálida, y cada estancia promete una inmersión en el alma vasca, entre patrimonio, gastronomía y arte de vivir.
Desde la entrada, la historia impregna el lugar. La torre del verdugo, vestigio medieval que servía antaño como vivienda para el ejecutor de altas obras, otorga al hotel un sello singular. Hoy, esta arquitectura antigua dialoga con espacios contemporáneos de líneas puras, donde la piedra original se mezcla con materiales modernos para crear un ambiente acogedor y apacible. La atención al detalle se percibe en todo momento, desde el mobiliario cuidadosamente elegido hasta los toques de decoración que evocan el País Vasco con sutileza.
Las habitaciones ofrecen un verdadero refugio donde es agradable descansar tras un día de exploración. Su decoración personalizada combina tonos suaves con materiales nobles, creando una atmósfera propicia para la relajación. La ropa de cama de calidad superior, los espacios insonorizados y la climatización individual garantizan noches tranquilas. Algunas habitaciones ofrecen una vista privilegiada sobre las murallas, mientras que las suites, situadas en la torre galo-romana, conservan el carácter histórico del edificio con sus muros de piedra expuesta.
Cada mañana, el desayuno resalta los sabores locales con una selección de productos frescos y de temporada. Servido en la habitación, en el salón o en la terraza sombreada, invita a empezar el día con suavidad, con especialidades regionales que reflejan la riqueza gastronómica del País Vasco. Pan crujiente, bollería dorada, frutas llenas de vitaminas y quesos curados componen un generoso bufé, para disfrutar según los deseos.
La experiencia se prolonga en el restaurante del hotel, donde la cocina bistronómica revela sutiles combinaciones entre tradición y creatividad. Detrás de los fogones, el chef y su equipo subliman los productos locales con precisión y buen gusto. La gran terraza, abierta sobre una encantadora plaza, es un lugar privilegiado para compartir un momento agradable alrededor de un plato refinado o un cóctel de notas inspiradoras. El bar del hotel, por su parte, invita a una pausa más íntima, en un ambiente acogedor donde se disfruta saboreando una copa en total tranquilidad.
El servicio, atento sin ser intrusivo, forma parte del encanto del establecimiento. El equipo está disponible para satisfacer las expectativas de los viajeros, ya sea con un consejo sobre las mejores direcciones de la ciudad o para atender una solicitud particular. La recepción está abierta las 24 horas, y el personal multilingüe se esmera en ofrecer una bienvenida personalizada a cada huésped. Para mayor comodidad, el hotel dispone de un servicio de conserjería y un espacio para guardar equipaje, ideal para disfrutar de Bayona hasta el último momento.
La conexión Wi-Fi está disponible gratuitamente en todo el establecimiento, y un aparcamiento público de pago se encuentra cerca para facilitar los desplazamientos. Ya sea en una escapada romántica, un viaje de negocios o una visita turística, todo está pensado para que su estancia en Bayona sea lo más agradable posible.
La ubicación del hotel permite explorar la ciudad a pie y acceder fácilmente a sus sitios emblemáticos. A solo dos minutos a pie, la catedral Sainte-Marie y su claustro ofrecen un testimonio notable de la arquitectura gótica. Los muelles del Nive, bordeados de casas coloridas y cafés animados, son ideales para un paseo salpicado de paradas gastronómicas en las Halles de Bayona, donde se encuentran los mejores productos locales.
Los amantes de la historia y la cultura también disfrutarán de la proximidad del Museo Vasco, que narra las tradiciones y el modo de vida de esta región con carácter. El jardín botánico, situado en las murallas, ofrece un remanso de verdor con una vista impresionante de la ciudad. No lejos de allí, el estadio Jean Dauger acoge a los fervientes aficionados al rugby para una inmersión en la efervescencia bayonesa.
Para prolongar la experiencia, basta recorrer unos pocos kilómetros para llegar a la costa atlántica. La playa de la Petite Chambre d'Amour en Anglet, a menos de diez minutos en coche, cautiva por su entorno salvaje y preservado. En Biarritz, la Grande Plage y el Rocher de la Vierge ofrecen un panorama espectacular del océano, mientras que las callejuelas del centro invitan a pasear entre boutiques elegantes y direcciones gastronómicas.
En cuanto a la gastronomía, Bayona está llena de excelentes restaurantes donde degustar las especialidades locales. Para una cocina innovadora con acentos vascos, el restaurante Chez Txotx ofrece una hermosa selección de tapas y pintxos para compartir. Los amantes del pescado y los mariscos se dejarán tentar por una visita a Ibaia, mientras que Kapito Café, con su ambiente relajado, es perfecto para una velada entre amigos alrededor de platos generosos.
El Hôtel des Basses Pyrénées encarna así un hermoso paréntesis donde el encanto del pasado se combina con un confort contemporáneo. Entre su ubicación privilegiada, sus elegantes habitaciones y su servicio atento, ofrece un marco ideal para descubrir Bayona y su arte de vivir.
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Desde 95 EUR por noche