22, boulevard du BAB, 64100 Bayonne
A pocos pasos de las animadas callejuelas del centro de Bayona, el OKKO Hotels Bayonne Centre ofrece una experiencia de alojamiento diseñada para combinar confort, estética y relajación. La arquitectura contemporánea del establecimiento, con sus líneas sobrias y fachadas claras, destaca con elegancia en el paisaje urbano, entre las Arenas y las orillas del Adur. El hotel ocupa una ubicación céntrica, fácilmente accesible a pie o en transporte público, cerca de los puntos de interés históricos de la ciudad y a unos quince minutos de Biarritz o Anglet en autobús.
Desde su llegada, será recibido por un equipo atento, disponible en todo momento, en un entorno donde los espacios comunes han sido diseñados para fomentar tanto el descanso como el intercambio. En la última planta, el Club abre sus puertas. Este espacio singular, reservado para los huéspedes, domina la ciudad y ofrece una vista despejada sobre el Adur por un lado y sobre los relieves vascos por el otro, incluido el emblemático pico de La Rhune.
La terraza del noveno piso prolonga el placer de un momento suspendido, ya sea para tomar el aire al final del día, disfrutar de una bebida o simplemente contemplar el paisaje urbano y las montañas a lo lejos. En el interior, encontrará un lugar tranquilo y luminoso, donde sillones cómodos, un rincón de prensa, una biblioteca y una tienda de productos locales coexisten de forma natural. El Club está accesible a cualquier hora y permite picar algo o refrescarse con total libertad, en cualquier momento del día o de la noche.
La atmósfera general del lugar se inscribe en una filosofía contemporánea de la hotelería, donde el servicio no pretende ser ostentoso ni distante, sino cálido, fluido y eficiente. El hotel también dispone de un espacio fitness, equipado para permitir a cada uno mantener un ritmo activo si lo desea, así como de una sauna, ideal para un momento de relajación después de un día de visitas.
Las 92 habitaciones distribuidas en nueve plantas presentan un diseño cuidado y depurado, diseñado por Patrick Norguet. La elección de tonos neutros, salpicada con algunos toques de color, crea una atmósfera a la vez sobria y acogedora. Cada habitación, con una superficie de unos 18 m², está diseñada para una o dos personas y está equipada cuidadosamente para combinar funcionalidad y confort.
La cama, de dimensiones generosas, cuenta con ropa de cama de fibras naturales diseñada a medida, vestida con sábanas de lino y algodón. Encontrará un espacio de trabajo discreto, un porta equipaje, una caja fuerte, así como una máquina de café Nespresso. El Wi-Fi está disponible sin coste adicional, y el aire acondicionado permite regular fácilmente la temperatura según sus preferencias.
En el baño, la ducha italiana se acompaña de toallas de algodón orgánico y productos de cuidado de marcas comprometidas con una filosofía responsable. La atención a estos detalles contribuye a una sensación de bienestar global, sin excesos.
Para las comidas, la Cave à manger del hotel propone una oferta sencilla y sabrosa, inspirada en productos locales. Durante todo el día y en la noche, podrá descubrir una selección de embutidos, quesos, platos calientes de temporada y dulces para compartir. El enfoque busca ser convivial, con atención a la frescura de los ingredientes y la calidad de las bebidas, incluyendo una carta de vinos seleccionados de productores comprometidos.
Cada mañana, se sirve un desayuno completo en forma de buffet. Combina los clásicos del brunch con productos regionales, para comenzar bien el día. El servicio es fluido, sin horarios rígidos, lo que permite a cada huésped organizarse a su ritmo.
Un aparcamiento privado está disponible sujeto a disponibilidad, y el hotel también ofrece un espacio de almacenamiento para bicicletas. La recepción, abierta las 24 horas, está disponible para cualquier solicitud, ya sea una sugerencia de salida, un servicio práctico o una consulta logística.
Desde el OKKO Hotels Bayonne Centre, puede llegar fácilmente a los barrios más emblemáticos de la ciudad. A pocos minutos a pie, el Viejo Bayona le revelará su laberinto de callejuelas, sus casas con entramado de madera, sus mercados animados y sus pequeños comercios. Cruzando el puente, también se accede a la orilla derecha y al barrio Saint-Esprit, más tranquilo, ideal para un paseo a lo largo del Adur.
Entre los imprescindibles, la catedral de Santa María merece una parada, al igual que el claustro adyacente y el museo Vasco, que relata la historia y las tradiciones de esta región de carácter marcado. El centro de la ciudad también está lleno de galerías, talleres y direcciones donde descubrir la artesanía local.
Si viaja en primavera o verano, quizá tenga la oportunidad de asistir a un festival, una corrida o un concierto en las Arenas de Bayona. Las fiestas tradicionales de la ciudad, especialmente animadas en julio, también son un momento destacado de la vida local, con sus desfiles, animaciones y conciertos.
Los amantes de la arquitectura o de los bellos panoramas disfrutarán del paseo hacia las murallas de Vauban o los muelles renovados, donde se mezclan pasado militar, patrimonio portuario y la tranquilidad de la vida. Las orillas del Adur, accesibles rápidamente desde el hotel, también invitan a la relajación o al jogging matutino.
Si desea prolongar su estancia, la proximidad de la costa vasca permite organizar fácilmente una escapada a Biarritz, San Juan de Luz o incluso San Sebastián, todas accesibles en tren o en coche. Al elegir el OKKO Hotels Bayonne Centre, se ofrece un punto de anclaje cómodo, contemporáneo y acogedor para descubrir una ciudad viva y auténtica.
General
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Entretenimiento
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Desde 77 EUR por noche